La matanza de Quíos (Scène des massacres de Scio)

1824

óleo sobre lienzo, 

422 x 352 cm

Musée du Louvre, París 

Muy irónicamente Antoine-Jean Gros, el gran pintor de las hazañas de Napoleón, definió a "La matanza de Quíos" con el ahora famoso epíteto de "Masacre de la pintura".  Sin saber que fue inspiración de su obra "Napoleón visitando las víctimas de la plaga de Jaffa".  Además Delacroix admiró a Gros siempre y ciertamente utilizó los mismos recursos para retratar los cuerpos heridos y muertos, aunque en gran parte se lo atribuye a Géricault. 

Sin embargo, como en las principales obras de su amigo, la "Masacre" carece del tono retórico, estrictamente de la relación del pintor con la historia de Napoleón, y las referencias de ambos son evidentes, sobre todo en los moribundos  del centro que aparecen desnudos sólo cubiertos por un paño que incorpora el cuerpo poco a poco y nos aleja de los campo del fondo. 

El recurso de un cuerpo desnudo cubierto apenas se repite en " Libertad guiando al pueblo" unos años después; así como la bandera agitada de manera desesperada en la  "libertad" es el caballo turco en la composición de  "la matanza" . 

La imagen completa está llena de citas sutiles que incluyen desde Miguel Ángel hasta Rubens, como lo prueba el cuerpo de una mujer enganchado al caballo, pero que más directamente se percibe por los condenados en "Barca de Dante"dos años antes -El barco rodeado de sirenas equivocadas, no muy diferentes a las de "La llegada de María de Médicis"(L'arrivo della regina a Marsiglia) de Rubens-. 

De estas referencias, tambien se encuentra  las contracciones del cuerpo, los pliegues del cuello que evidencian que están masacrados, en la madre muerta que se aferra patéticamente el niño, el hombre angustiado por morir y el último abrazo de la pareja de centrales. Los personajes están apilados en dos pirámides que liberan el paisaje desolado de forma centralizada, produciendo  una asimetría contemporánea.  Incluso desde un punto de vista técnico se puede confirmar esta impresión en los cuerpos  que  cortan la escena como Caravaggio con las normas académicas. 

La desolación desesperada, sin moral, "los cadáveres con contusiones sin terminar" como dice Stendhal, la falta de futuro (la luz del resto es funcional sólo para indicar las víctimas y para oscurecer a los verdugos) que se refleja en la tierra desolada, muy lejana. Donde avanza la tormenta de arena en el desierto del resto no está creciendo la vida; incluso el cielo está claro, las nubes parecen recuperar la arena de color amarillo-beige, preservando un efecto atmosférico que revela el último gran descubrimiento Delocroix, como los efectos meteorológicos de John Constable.